Coca-Cola es una de las marcas más famosas del mundo. En cualquier supermercado se pueden encontrar varias de estas bebidas y ya sea original, Zero o Light, el distintivo sabor a cola conseguido a partir de la mezcla de azúcar y aceites de naranja, limón y vainilla se puede degustar en sus diferentes variedades.
Muchos somos amantes de estas bebidas de Coca-Cola y sin darnos cuenta acabamos consumiendo más de una al día. Esta adicción hacia esta bebida hace que, en muchas ocasiones, nos planteemos si es mala.
Y es que la costumbre de consumir Coca-Cola puede no ser beneficiosa para nuestro organismo si tenemos en cuenta algunos de sus componentes. A continuación, os dejamos los 4 motivos por los cuales no deberíamos consumir Coca-Cola y, de hacerlo, no deberíamos consumir más de una al día.
1. Azúcares añadidos
Una de las dudas más frecuentes entre la población es la cantidad de azúcar de la Coca-Cola.
Lo cierto es que la Coca-Cola Zero y la Coca-Cola Light no tienen apenas calorías. Por su parte, según informa The Coca-Cola Company, «una lata de 330 ml de Coca-Cola (clásica) contiene 35 gramos de azúcar».
La compañía recuerda que, igual que otros alimentos y bebidas con azúcares, deben consumirse teniendo un «estilo de vida equilibrado, siempre y cuando las personas no las consuman en exceso».
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Debido a su cantidad de azúcar, si bebemos un vaso de Coca-Cola ya deberíamos controlar el resto de azúcares que consumiríamos durante lo que quedase del día.
Llevar a cabo esto con éxito sería algo muy difícil si se tiene en cuenta que incluso la fruta contiene azúcares naturales por lo que, seguramente, muchos de nosotros, al final, terminaríamos consumiendo más azúcares de los que debemos en un mismo día.
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2. Aporte calórico
La Coca-Cola normal es la que cuenta con más calorías frente a la Coca-Cola Zero y la Coca-Cola Light.
Según explica Coca-Cola, tal y como os hemos mencionado anteriormente, una lata de 330 ml contiene 35 gramos de azúcar, lo que vienen a ser 105 calorías, a diferencia de las otras dos variedades que apenas contienen 0,7 calorías por lata. Así, un vaso de 250 ml contiene 27 gramos de azúcar, lo que vienen a ser 105 calorías.
Según la Organización Mundial de la Salud, la cantidad de calorías que se deben consumir a diario en personas con una buena condición física es de entre 2.000 y 2.500 en hombres y entre 1.500 y 2.000 en mujeres.
Así pues, la cantidad de Kcal de un vaso de 250 ml de Coca-Cola clásica se traduce en, aproximadamente (y poniendo de media las 2.000 kilocalorías al día), un 5,25% de la cantidad diaria que nos pertoca. Estas calorías, obviamente, van aumentando si bebes más de un vaso.
Este es uno de los motivos por los que muchos de nosotros preferimos consumir Coca-Cola Zero y Coca-Cola Light, las otras dos más ‘saludables’ (en un principio) y no tener que renunciar al sabor dulce que nos brindan. Pero, ¿qué diferencias hay entre la Coca-Cola normal, la Light y la clásica?
3. Edulcorantes artificiales
Los edulcorantes artificiales se han convertido en la alternativa que permite a muchas personas evitar las consecuencias del azúcar.
Un claro ejemplo son la Coca-Cola Light y Coca-Cola Zero. No obstante, lo cierto es que, a pesar de que la Coca-Cola Zero y la Coca-Cola Light tengan un aporte calórico mucho más bajo, ambas cuentan con edulcorantes artificiales que no le aportan nada bueno a nuestra salud.
Si te estás preguntando si la Coca-Cola Light o la Coca-Cola Zero engordan, te explicamos que, según un estudio canadiense publicado por la Canadian Medical Association Journal, los edulcorantes que contienen las bebidas azucaradas se han visto relacionados como la causa principal de aumentos de peso, problemas cardiacos y diabetes.
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Y es que, aunque los edulcorantes artificiales de los que os hablamos no aportan calorías a nuestro cuerpo, lo cierto es que también tienen consecuencias negativas.
Para empezar, estos edulcorantes alteran nuestra flora microbiana intestinal. Consumir edulcorantes en exceso podría provocar que nuestro cuerpo tenga dificultad para absorber vitaminas y nutrientes, y puede dar pie a problemas metabólicos.
Además de este factor, el medio 'Médico Plus' explica que, al engañar a nuestro cerebro haciéndole creer que consumimos azúcar, esto puede provocar una bajada de glucosa porque nuestro cuerpo produce insulina y que, por lo tanto, tengamos ganas de comer más.
4. Coca-Cola Light y Zero: ¿son buenas?
Aunque no contienen azúcares ni casi tienen un aporte calórico, la Coca-Cola Light y la Coca-Cola Zero contienen colorantes y azúcares artificiales que no son demasiado buenos para la salud.
Uno de los elementos perjudiciales si se consume en exceso es el jarabe de maíz, que es un sustituto del azúcar de caña con alto contenido en fructosa y que utiliza Coca-Cola para endulzar la versión Light y la Zero.
Según explica el portal 'Médico plus', en el caso de la versión Light y la Zero, las sustancias químicas hacen que las bebidas mantengan el sabor original pero no contienen calorías.
Así pues, la Coca-Cola Light y la Zero no son buenas, sino que son 'menos malas' que la clásica, ya que a causa de sus edulcorantes artificiales nos pueden provocar problemas. Además, también puede crearnos la sensación de que, al no contener casi calorías ni azúcar, podemos consumir las cantidades que queramos.
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Diferencias entre Coca-Cola Light y Coca-Cola Zero
Si después de leer lo anterior te estás preguntando si la Coca-Cola Zero es más beneficiosa que la Light, te vamos a explicar en qué se diferencian. Según podemos leer en la sección de 'preguntas y respuestas' de Coca-Cola España, las dos variedades casi no contienen calorías y «la diferencia está en el sabor».
La bebida más sana: el agua
Pues bien, como habréis podido comprobar, ni la Coca-cola normal, ni la Zero ni la Light se salvan de ser perjudiciales para la salud si se consumen en exceso. Por ese motivo, los expertos recomiendan no consumir esta bebida azucarada.
Como mucho, se debe consumir una sola Coca-Cola al día. No obstante, lo más recomendable es consumir agua. Y, en caso de que vayas a consumir alguno de estos refrescos, lo mejor será que lo hagas de forma puntual y no como costumbre.