El emprendedor valenciano Andoni Monforte ha ganado el juicio que mantenía contra Lidl por la propiedad industrial e intelectual de su utensilio para fabricar leche vegana a partir de semillas.
Andoni Monforte y su exitoso utensilio
Todo empezó cuando Monforte obtuvo, en 2017, la patente expedida de su aparato de cocina por la Oficina Europea de Patentes, además de por las Oficinas de Patentes de China, EEUU o México.
Sin embargo, cuando Andoni Monforte empezó a contactar con los distribuidores y a madurar la comercialización de su producto, se encontró con la sorpresa de que Lidl había comenzado a distribuir otro aparato muy similar, fabricado en China, con materiales de peor calidad y a menor precio.
El utensilio de Andoni, llamado 'Vegan Milker', y que la cadena germana de supermercados ha suplantado y vende como 'Ernesto Veggie Drink Maker', se ha convertido en uno de los productos estrella del universo vegano por su facilidad de uso y su precio asequible, con distribución en más de 400 países.
Aun así, finalmente, la Audiencia Provincial de Mannheim ha acabado declarando que la multinacional de supermercados infringió y copió la patente de la Vegan Milker de Chufamix, la empresa de Monforte. Además, ha condenado a Lidl a indemnizarle económicamente por el beneficio que ha obtenido de forma irregular por la venta del producto en sus tiendas de Alemania.
El plagio de Lidl
«Nos calcaron hasta los dibujos del manual de instrucciones. En vez de disimular poniendo soja o almendras como ejemplo de semillas que el invento puede transformar en bebidas vegetales, su departamento de 'marketing' en Alemania reprodujo las mismas chufas valencianas que nosotros teníamos. Lo más sorprendente es que a día de hoy Lidl sigue negando que se trata de un plagio de manual», ha indicado Monforte.
El empresario comenzó una lucha judicial en España, con una causa penal por delito contra la propiedad industrial e intelectual y otra civil que tres años después sigue sin resolverse. Aun así, La Oficina Española de Patentes y Marcas y la sección de falsificaciones de la Policía Nacional emitieron informes dictaminando que Lidl había reproducido «de forma fidedigna e irrefutable todas las características protegidas por la patente».
A causa de la pandemia y el repentino cambio de opinión, dos años después, la fiscalía y el juez instructor inhibiéndose a favor de los juzgados de Cerdanyola del Vallès (Barcelona) ralentizaron el proceso que acabó quedando estancado en un limbo.
La respuesta de Lidl contra la demanda impuesta fue denunciar a Monforte en España y en Alemania. «Contrató a los bufetes de abogados más mediáticos —entre otros, el del caso Nóos— y presentó tres demandas acentuando aún más la complicada situación económica y comercial de Chufamix».
La resolución del juicio
No obstante, el contraataque ha caído en saco roto para la multinacional fundada por Dieter Schwarz, una de las mayores fortunas de Alemania. «Optaron por una estrategia de desgaste pensando que una 'startup' como la mía que facturaba 250.000 euros no podría aguantar y pediría llegar a un acuerdo. Me he gastado los ingresos que he obtenido en tres años con la Vegan Milker en pagar a los abogados alemanes».
Finalmente, la declaración del tribunal de la Audiencia Provincial de Mannheim no es firme, pero según Monforte y su equipo legal, está bien argumentado y tiene todos los visos para aguantar una apelación de Lidl.
Si la instancia superior lo confirma, la cadena de supermercados deberá comunicar las unidades vendidas y los ingresos obtenidos por la venta del producto para fijar la indemnización. Monforte asegura que, en solo dos semanas, Lidl colocó en el mercado alemán 35.000 unidades cuando sacó a la venta su Veggie Drink Maker, y cifra en medio millón las que ha podido distribuir en sus tiendas europeas.
Según 'El Confidencial', el problema que ahora sostiene la empresa Chufamix es que, aunque su patente es de ámbito europeo, las reclamaciones de infracción las tiene que pelear país por país. Lidl, por ejemplo, comenzó a distribuir su copia en las 1.400 tiendas de Francia, donde no hay ningún litigio todavía.
«Cada proceso de estos cuesta al menos 40.000 euros; me forzaron a contratar abogados alemanes porque creo que pensaban que allí habría cierto patriotismo judicial. Hablamos de la mayor fortuna de Alemania. Es como si aquí Amancio Ortega denunciase a una pequeña empresa tras copiarla», dice indignado el empresario.
A pesar de todo, el empresario valenciano no es el único frente que tiene abierto contra una multinacional. Su empresa también ha conseguido sentar en el banquillo a Facebook por cerrarle sin previo aviso y de forma injustificada la página de 'Món Orxata' en la plataforma.
Esta empresa que vende chufa fresca por las calles de la localidad valenciana, también está impulsada por Monforte y espera tener la fortuna de su parte en el juicio previsto para octubre.