Los humanos somos animales de costumbres. Justo antes de hacer cualquier cosa repetimos procesos que creemos que nos ayudarán. En este sentido, una de las costumbres más comunes es la de algunos jugadores de fútbol que entran al terreno de juego con el pie derecho, e incluso se santiguan para tener una buena actuación.
Algo parecido pasa con las relaciones íntimas. Por supuesto, nunca he conocido a nadie que se santigüe antes de hacer el amor, pero existen ciertos preparativos muy normalizados. Todo ello para prepararnos, antes de entrar al “terreno de juego”.
No hablo de los preliminares. Me refiero a ciertos rituales como ponerse la ropa interior más sexy o lavarse los genitales (algo que debería ser habitual). Existen rituales más extraños aún, porque hay tantos tipos de sexualidad como personas en el mundo, tanto antes como después del acto amatorio. Entre los más extendidos en el poscoito, encontramos el cigarrillo "de después".
Es normal que con la fricción de las relaciones íntimas y el frenesí del orgasmo te entren ganas de ir al lavabo, algo que no conlleva ningún riesgo. Lo que no deberías hacer nunca es ir a orinar antes de hacerlo. Es más, se trata de una costumbre que debes eliminar de inmediato de tu lista.
El problema no es la orina en sí, sinó el hecho de que aumenta el riesgo de padecer una infección del tracto urinario o UTI. Puede que estos nombres no te suenen, pero hay uno que seguro que te resulta más familiar: la cistitis.
Lo primero que debes saber es que no es una ETS. Eso sí, la cistitis es muy común y se facilita con el acto íntimo y es síntoma de una mala higiene personal. La infección suele aparecer entre 24 y 48 horas después del coito y está causada por una bacteria presente en nuestro cuerpo bautizada como Escherichia coli, un nombre complejo para una infección igual de molesta y desagradable.
Mucha gente piensa que es el pene el que introduce la bacteria en la vagina, provocando la cistitis. Pero no ocurre eso, sino que es el mismo acto sexual el que favorece el intercambio de microorganismos.
El urólogo David Kaufman lo ha bautizado en Yahoo Health como la cistitis de luna de miel. "Las bacterias tienen pequeñas enzimas que actúan como ganchos de velcro. Esto les permite unirse al revestimiento uretral y provocarlas infecciones", asegura el experto.
Lo que sí recomiendan los expertos es ir al lavabo después de hacerlo. Y tiene una explicación lógica, ya que, si se almacena suficiente orina, es posible expulsar todas las toxinas y bacterias acumuladas durante el acto íntimo.
Es probable que ya hayas experimentado la cistitis aunque no le hayas puesto nombre. Se calcula que es una de las causas más comunes de infección entre las mujeres, así que ya sabes la manera de prevenirla.
Los entendidos en la materia aún van más allá y afirman que lo recomendable es acudir al servicio justo después del coito, durante los 45 minutos posteriores a la penetración. Y por supuesto, la manera más efectiva de prevenir infecciones es utilizar el preservativo. Recuerda que este, además, nos protege de cualquier tipo de ETS y previene embarazos no deseados.