El Gobierno ya tiene en mente la medida estrella de su plan anticrisis. Se trataría de un cheque de 300 euros que permitiría amortiguar el incremento del precio de los alimentos. La intención es que llegue a un importante número de hogares, que elevan en concreto hasta los diez millones, recoge Nius Diario.
Hasta la fecha siempre se había protegido a las familias más vulnerables, pero ahora hay intención de llegar hasta las clases medias. Son otro de los colectivos castigados por esta subida en la cesta de la compra. No obstante, será necesario esperar unos días para conocer con exactitud las intenciones del Ejecutivo.
El pasado mes de julio sacaron adelante una ayuda de 200 euros que se limitó a aquellos con menos recursos. Había que reunir una serie de condiciones para solicitarla. Entre otras cosas estar en el paro, contar con rentas por debajo de los 14.000 euros anuales y reclamarlo.
Suele ocurrir con bastante frecuencia que muchas de esos cheques no se acaban concediendo por falta de información. La mayoría de los posibles beneficiarios desconocen que existan ese tipo de ayudas y por lo tanto no optan a ellas.
Una prueba de ello ha sido la concesión de este cheque de 200 euros. Estimaban que podrían cobrarlo 2,7 millones de personas, pero en realidad solo lo pidieron 600.000. Así lo confirman las cifras que facilita la Agencia Tributaria.
Lo adecuado serían ayudas directas
Por experiencia queda claro que lo conveniente sería que esas ayudas fueran directas. Una de las opciones que hay sobre la mesa es que se incluya en la declaración de la renta. El contribuyente no debería hacer nada, pero el gran inconveniente sería que tardaría unos cuantos meses en llegarle a su cuenta. Además, excluiría a familias más vulnerables que no tributan en el IRPF. De ahí que hubiera que plantear una alternativa para este colectivo.
¿Cómo ha afectado la subida de los alimentos al ciudadano?
Los ciudadanos comprueban como los precios se han disparado mucho cuando acuden al supermercado. Cada vez hay que destinar una mayor parte de nuestro presupuesto a la cesta de la compra. Como es lógico, las rentas bajas y medias resultan las más perjudicadas.
El incremento de los alimentos ha sido del 15,3%, que supone casi el doble que la tasa general del IPC. Se estima que entre enero y octubre de este año ha implicado un desembolso extra para las familias de 611 euros. Esta ayuda de 300 euros no cubriría esa diferencia, aunque sí que aliviaría un tanto la situación de algunos hogares.
El encarecimiento se deja notar en la mayoría de artículos, pero sobre todo en aquellos que están considerados como básicos. Es el caso de la carne, pescado, pasta, aceite, azúcar, huevos, fruta, verduras o leche. Todo ellos crecieron por encima de la inflación general.
La idea que maneja el Gobierno
El Gobierno tampoco descarta en estos momentos variar la fiscalidad de una serie de alimentos. Se trata de una propuesta que planteó en su día el Partido Popular. Propuso rebajar del 10% al 4% el IVA de alimentos como los aceites, pasta, conservas y carne.
En su día lo descartaron, pero unos meses después ya no lo verían con tan malos ojos. No obstante, existen muchas diferencias entre los propios miembros del Gobierno. La opción de reducir de manera general los impuestos resulta un tanto contraproducente.
Sobre todo si se tiene en cuenta que va en contra de lo que solicitan la mayoría de organismos e instituciones económicas. La vicepresidenta Yolanda Díaz, mientras tanto, todavía contempla la opción de ofrecer una cesta de la compra básica a un precio asequible.