El consumo de carne está hoy en día más extendido de nunca en el mundo. Se trata de uno de los integrantes básicos de la alimentación del ser humano, y lo cierto es que nos encanta. A pesar del auge de la comida vegana y vegetariana, la realidad hoy en día es que el mundo sigue siendo mayoritariamente carnívoro.
La carne se puede cocinar y consumir de mil maneras diferentes. Sin embargo, hay un tipo de carne que preocupa especialmente a los expertos por su peligrosidad. Se trata de un tipo de carne que ha ganado cada vez más presencia tanto en los restaurantes como en los supermercados.
¿Cuál es la carne más peligrosa que comemos en España?
En muchas zonas del mundo, cada vez es más popular el consumo de un tipo de carne muy especial. Se trata de una carne que los expertos advierten de que puede resultar muy peligrosa para nuestra salud: la carne cruda. Hay muchas recetas y formas de servir la carne cruda, incluso en España: carpaccio, steak tartar, kitfo, etc.
Muchos consideran que es la mejor forma de disfrutar de todo el sabor y conservar una mayor parte de los nutrientes. Otros en cambio destacan que servir la carne casi cruda nos lleva a apreciar mejor su jugosidad y textura. Y puede que todo ello sea cierto (dependerá del gusto de cada uno), pero lleva consigo un peligro añadido.
Varios estudios han advertido de que el consumo de carne cruda o poco hecha es peligroso por la posible presencia de microorganismos. Preocupa especialmente la presencia de bacterias y virus resistentes a los antibióticos, que pueden saltar al cuerpo humano a través de la carne contaminada.
¿Qué son las bacterias resistentes a los antibióticos?
La existencia de este tipo de microorganismos agresivos no es ninguna novedad. Los científicos llevan décadas avisando de que el uso indiscriminado de medicamentos en la industria ganadera traería consecuencias. Los fármacos vuelven más agresivas a las bacterias, que en su intento por sobrevivir mutan y se vuelven más resistentes y peligrosas.
Posteriormente, a través del consumo, estas bacterias son capaces de infectar a los humanos. Y no se trata de ningún escenario pesimista, sino de una realidad que ya está ocurriendo. Tan solo en Estados Unidos (EEUU) alrededor de 23.000 personas pierden la vida cada año por virus y bacterias resistentes, según fuentes oficiales.
A temperatura ambiente las bacterias como la Salmonella, que afecta sobre todo a la carne de ave, se dan un auténtico festín. Pero es que incluso en el refrigerador algunos patógenos, como la Listeria Monocytogenes, consiguen sobrevivir. La única forma de aniquilar este tipo de organismos resistentes es a temperaturas superiores a los 70 grados, por lo que el cocinado se vuelve vital.
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Las carnes con más riesgo
En un estudio realizado en EEUU, se consiguió identificar a aquellas carnes de más riesgo para los humanos. En la parte más alta de la pirámide se encuentra la de pollo y la picada, seguidas por los bistecs y los filetes. El consumo crudo o casi crudo de estos últimos es muy popular, lo que podría implicar consecuencias importantes para la salud.
En riesgo medio podemos encontrar la carne de barbacoa, el embutido o el cerdo. Finalmente, las carnes que entrañan un riesgo menor son los nuggets de pollo, el jamón cocido o las salchichas.
¿Dónde se infecta la carne cruda?
Es importante tener claro que la carne puede estar infectada incluso si tiene una buena apariencia. En el caso de los carpaccios y los tartares, la bacteriaE. Coli puede saltar al alimento por el contacto con las vísceras.
En el caso de la picada, el peligro es aún mayor, ya que las bacterias pueden diseminarse fácilmente gracias a las herramientas de picado. Si consumimos carne de cerdo poco hecha o hígado casi crudo nos arriesgamos a desarrollar hepatitis de tipo E.
Se trata de la causa de infección más común de esta enfermedad en toda la Unión Europea, con alrededor de 21.000 casos en los últimos diez años. Sobre las medidas de prevención para evitar todas estas enfermedades, lo más importante es la higiene y el cocinado. También debemos evitar dejar la carne mucho tiempo a temperatura ambiente, o utilizar los mismos utensilios de la carne cruda para la carne hecha.