El paso del tiempo y de los años es un huracán inevitable en la vida de cualquier ser humano. Nos guste más o nos guste menos, absolutamente todos experimentamos una especie de 'decadencia' a medida que nos vamos haciendo mayores.
Sin embargo, no todo el mundo llega en las mismas condiciones a la última etapa de la vida, la vejez. La alimentación y los hábitos que hayamos llevado resultarán determinantes de cara a nuestro estado de salud en general. Ahora bien, también es posible corregir algunos incluso si ya hemos pasado los 60 años.
Con estos hábitos podrás mantener tu masa muscular en buenas condiciones
El cuerpo, la cara, incluso la forma de ser y la mentalidad... ¡Nada es permanente en nuestra vida! Cuando hablamos de una evolución, sobre todo en las personas, es importante entenderla desde múltiples perspectivas.
Aunque los años ofrecen ese aporte de experiencia y madurez que muchos remarcan, lo cierto es que no son las únicas cosas que se ganan. Inevitablemente, y aunque no nos guste, también se van perdiendo muchas otras.
Y entre ellas está nuestro aspecto físico. Para algunos será más notable y rápido, mientras que para otros la suerte y la genética estarán a su favor. Sea cual sea la situación, no hay nadie que se acabe librando de ello.
No obstante, en lo que respecta al cuerpo humano, debemos tener presente su composición y su funcionamiento. Así, y solo así, entenderemos que el deterioro físico es algo completamente biológico y normal para todos los seres humanos.
Sin embargo, existen ciertos factores que pueden acelerar o retrasar dicho proceso. Aunque esto dependerá de cada persona, es importante saber que, además, también hay otras formas de prevenir y afrontar dichos cambios.
De hecho, cabe mencionar que el metabolismo cambia de forma inevitable con el paso de los años. Concretamente, la disminución de las fibras musculares descienden un 5% en menores de 50 años, e incluso pasa a un 40% cuando se supera esa edad.
Gema Cabañero, directora de I+D+i del método de nutricosmética avanzada de 180 the concept, señala lo siguiente: "Con el paso de los años el metabolismo se vuelve más lento, se acumula grasa donde antes no se tenía y se desarrolla menos músculo al producir menos cantidades de hormonas, estrógenos en mujeres y testosterona en hombres. Por ello debemos prestar atención a recomendaciones específicas que ayuden a mantener un estilo de vida saludable".
Por tanto, al perder esta masa muscular, la quema de calorías es menor. Esto, evidentemente, es lo que provocaría una ganancia de peso en muchos casos, además de la presencia de algunas enfermedades como el colesterol.
Pero que no cunda el pánico, porque no todo está perdido. Si tú también te encuentras en esta situación, o si simplemente has empezado a experimentar los cambios de los que hablábamos, a continuación te vamos a explicar algo que te irá genial.
Es posible afrontar la pérdida de masa muscular
Si bien la actividad física resulta imprescindible en la vida de cualquier persona, llevar a cabo ciertos hábitos alimenticios también sería la clave. En este sentido, Cabañero resalta la importancia de revisar lo que habitualmente consumimos.
Por ejemplo, en el caso de la flacidez y la pérdida de masa muscular, lo primero que tendríamos que hacer sería llevar a cabo una dieta rica en proteína, vitaminas y nutrientes. Eso sí, también debemos ser realistas, ya que a veces no es posible obtenerlos todos a través de los alimentos.
Para solucionar estas pequeñas carencias, la experta señala la opción de consumir suplementos nutricosméticos, los cuales pueden ser útiles para facilitar la ingesta de los mismos. En cualquier caso, la alimentación y el ejercicio físico siempre deberían ir de la mano.