BP trata de adaptarse a los nuevos tiempos y medita darle un giro radical al funcionamiento del negocio. El usuario de este tipo de instalaciones ya no se conforma únicamente con repostar. Busca algo más.
La compañía energética pretende llevar a cabo una reconversión en sus gasolineras durante los próximos meses. Para ello ha entablado conversaciones con distintas compañías del sector de la distribución, recoge El Mundo.
El objetivo pasa por transformar su red de estaciones de servicio. Para ello dotarían a estos espacios de supermercados, que de alguna manera contribuirían a darle un mayor rendimiento económico a las 700 gasolineras que tienen. Este tipo de modificaciones se llevarían a cabo aprovechando el proceso de electrificación del transporte.
Este es el gran cambio que se plantea BP
Indican a dicho diario que por ahora "todas las opciones están abiertas". Sobre la mesa se encuentra la posibilidad de alcanzar un acuerdo con marcas de distribución o incluso apostar por una gestión propia.
En este sentido, no se trata de la primera vez que le abren las puertas de la compañía a una cadena de supermercados. En 2018 trataron de plantarle cara a Repsol y Cepsa poniendo en marcha un proyecto piloto con Dia.
El acuerdo se materializó en algunas estaciones de la Comunidad de Madrid, donde se integraron unas cuantas tiendas. Sin embargo, al año siguiente la firma de distribución optó por desvincularse del proyecto.
Con la mirada puesta en el coche eléctrico
En BP son conocedores de la trascendencia que adquirirá el vehículo eléctrico durante los próximos años. Entienden que esta opción de movilidad afectará en gran medida a la relación que mantienen los clientes con las gasolineras.
Explican que el periodo medio de carga de un coche de estas características ronda los 30 minutos. Ese periodo de espera pretenden que sea aprovechado por el usuario. Entre otras cosas para efectuar sus compras.
Entre las distintas opciones que maneja la compañía energética se encuentra Carrefour. El pasado mes de febrero rompía el acuerdo de exclusividad que mantenía con Cepsa. Su intención pasaba por elaborar un plan más ambicioso que le permitiera llegar a un mayor número de gasolineras del país.
Recientemente ya inauguraban en Los Alcázares (Murcia) su primera tienda en una estación BP. El Corte Inglés, por medio de la firma Supercor, también tiene presencia en la red de gasolineras de Repsol. Cuentan con más de 500 establecimientos, y también carecen de exclusividad.
Abandonan el concepto de tienda rápida
Las tiendas que hay en la mayoría de estaciones de servicio presentan un tamaño reducido y están pensadas para efectuar compras de última hora. En cierta medida, la intención de las gasolineras es desprenderse de ese modelo de tienda ultrarrápida.
El año pasado, Cepsa ya anunció su intención de modernizar sus instalaciones. Hasta el punto de que sus 1.500 estaciones se presentaran como centros de restauración, con alimentos frescos y parafarmacia. Además de incluir espacios para la recogida de paquetes.
Tal y como indica el citado periódico, el modelo de negocio hacia el que vira BP se acercaría bastante a esta última propuesta.
Una dura batalla con sus competidores
BP trata de plantarle cara a sus dos principales competidores del mercado: Repsol y Cepsa. Lo hace a través de los precios y bonificaciones, pero esto resulta a veces insuficiente. Además, se encuentran con un serio problema.
Y es que la red de gasolineras de BP se ubica por lo general a las afueras de los núcleos urbanos. Un serio contratiempo cuando tus dos máximos rivales cuentan con instalaciones en algunas calles céntricas de las principales ciudades.
Esto hace que tengan que replantearse mucho el formato de negocio que deseen implantar. La opción de incorporar supermercados a sus estaciones implicaría un gran espaldarazo.