La vitamina C es una de las vitaminas más conocidas y que mejor se identifican, gracias sobre todo a sus propiedades para evitar o paliar los resfriados. Además, si preguntamos a cualquiera qué alimento consumir para conseguir aporte de esta vitamina, seguro que todos coinciden en la misma pieza de fruta: la naranja.
Y es cierto, la naranja es uno de los alimentos que más vitamina C nos aportan, pero también destacan otros como las mandarinas, el pimiento rojo, la grosella negra, la guayaba o el perejil. Otra forma de conseguir aumentar nuestros niveles de la vitamina es tomarla en complejo vitamínico extra, como por ejemplo los comprimidos efervescentes de Mercadona. Siempre es mejor tomarlo de forma natural, pero quienes necesitan un aporte extra tienen opciones muy recomendables.
La tomes como la tomes, lo cierto es que tiene múltiples propiedades buenas para tu salud, tanto para la 'interna' como para la 'externa', y por eso es recomendable para todos. En este post destacamos los principales beneficios que puede aportarte una dieta rica en vitamina C.
Para qué sirve la vitamina C
Vitamina C y sistema inmunológico
La vitamina C está relacionada con las defensas del cuerpo. El sistema inmunológico se mantiene sano gracias a su presencia debido a que protege frente a la oxidación y aumenta la producción de anticuerpos mejorando la respuesta inmunológica en contra de los agentes infecciosos. Protege las células de ataques de organismos invasores, regula la respuesta inflamatoria y es especialmente eficaz para casos de gripe e infecciones respiratorias. También favorece la recuperación tras haber sufrido alguna enfermedad.
Vitamina C y fabricación de colágeno
Sin la vitamina C no se puede fabricar el colágeno, proteína presente en casi todos nuestros tejidos: huesos, cartílagos, piel, músculos o tendones, entre otros. Es esencial también para la cicatrización de las heridas y otras problemáticas en la piel, y para construir una buena base celular y mantener los tejidos firmes y sanos.
Vitamina C y depresión
Existen muchos estudios que buscan relacionar la vitamina C y la depresión, y en su mayoría concluyen que aquellos pacientes con niveles bajos de este nutriente experimentan una mejoría en su estado de ánimo tras un aporte continuado de alimentos ricos en él o suplementos específicos.
Vitamina C y radicales libres
Al ser un poderoso antioxidante, la vitamina C protege nuestras células frente a los daños provocados por los radicales libres, que son moléculas presentes en el ambiente que dañan severamente nuestras células y afectan nuestro funcionamiento interno, haciendo que nuestro organismo envejezca más rápidamente. La vitamina C nos ayuda a evitar la oxidación de nuestro organismo y nos mantiene jóvenes.
Vitamina C y piel
Entre los beneficios de la vitamina C para la piel destaca la mejora de la calidad y textura de esta, la reducción de las manchas, de las líneas de expresión y las arrugas, la activación del colágeno y reparación, así como el aporte de luminosidad. Además, en pieles sensibles minimiza la irritación. Es por eso que ahora existen muchas cremas que incluyen esta vitamina, como es el caso de la crema Hidratante Iluminadora con Vitamina C de The Body Shop.
Vitamina C y anemia
Por último, no podemos dejar de mencionar lo necesaria que es la vitamina C para las personas que sufren anemia. Una de las causas principales de esta patología es la no asimilación del hierro presente en los alimentos. Si se consumen alimentos ricos en hierro o suplementos de hierro acompañados por alimentos con vitamina C o suplementos de la misma, aumenta la absorción del primero. Es por eso que, en casos en que se esté llevando a cabo una suplementación de hierro, es recomendable tomarlo, por ejemplo, con naranja o mandarinas. Por contra, no se debe tomar con leche, ya que disminuye la absorción.