Dado que el organismo humano está formado en gran parte por esta sustancia (entre un 60 y un 70% del peso corporal). Beber agua tiene una serie de efectos beneficiosos para la salud, mientras que la deshidratación provoca distintas alteraciones físicas y, si se mantiene durante más de 3 días, puede llevar a la muerte.
¿Qué es el agua?
El agua es un compuesto químico formado por oxígeno e hidrógeno. Su fórmula química es H2O; esto significa que cada molécula de agua está constituida por un átomo de oxígeno y dos de hidrógeno. A los 0°C el agua se vuelve sólida, pasando a ser hielo, mientras que cuando se la somete a una temperatura de 100°C se convierte en vapor.
Los seres vivos dependemos del agua para sobrevivir y funcionar adecuadamente; entre el 60% y el 70% del cuerpo humano está compuesto por esta sustancia. Si no consumimos suficiente agua, ya sea bebiéndola u obteniéndola de frutas y verduras, nos deshidratamos y los sistemas biológicos empiezan a fallar, haciendo que podamos sufrir fatiga, mareos y alteraciones cardiacas.
El organismo pierde agua constantemente: al respirar, al sudar o al orinar disminuye la cantidad disponible de este compuesto. Puede que la clásica recomendación de tomar 8 vasos de agua al día no esté avalada por la ciencia, pero aun así es importante beber al menos lo suficiente como para evitar sentir sed, una señal que indica el inicio de la deshidratación.
La cantidad de agua que necesitamos varía en función de la temperatura y del gasto de energía que llevemos a cabo, pero se calcula que 1'5 litro de agua al día puede ser suficiente en la mayoría de circunstancias. Recomendamos beber unos 5-7 vasos y, sobre todo, prestar atención y hacer caso a nuestro cuerpo.
Beneficios de beber agua para la salud
Aunque no aporta nutrientes ni calorías, el agua es absolutamente esencial para nuestro cuerpo. Veamos por qué sucede esto y cuáles son los efectos beneficiosos de beber agua, en contraste con los riesgos de la deshidratación.
1. Mantiene el equilibrio de los fluidos
Si nuestro organismo recibe cantidades insuficientes de líquido no podrá mantener los niveles óptimos de producción de sangre, saliva, orina y otros fluidos corporales que hacen que el cuerpo funcione correctamente.
2. Permite el transporte de sustancias y nutrientes
La sangre, que hace posible el transporte de nutrientes a través del cuerpo, está compuesta en gran medida por agua. Por este motivo beber suficiente agua hace que la sangre pueda circular adecuadamente, lo cual mejora la absorción de nutrientes por parte de los tejidos.
3. Mejora la eliminación de toxinas
Si ingerimos poca agua los riñones no pueden funcionar correctamente, lo cual altera la producción de orina, necesaria para eliminar sustancias tóxicas. Una orina de color y olor intensos suele ser signo de este tipo de deshidratación, que aumenta el riesgo de cálculos (o piedras) renales.
Del mismo modo, el funcionamiento del hígado también depende del agua: si este órgano está deshidratado no puede eliminar toxinas adecuadamente. Por tanto, la ingesta de líquidos es muy importante para las personas con problemas de hígado, como también lo es evitar el alcohol, que tiene un efecto deshidratante.
4. Previene el estreñimiento
La investigación científica ha demostrado que las personas que beben cantidades suficientes de agua gozan de una mayor salud intestinal. Tal efecto parece deberse a que el consumo de líquidos mejora el tránsito intestinal, ya que las heces se vuelven más blandas y voluminosas.
Por otra parte, es evidente que tomar agua en lugar de bebidas con un alto contenido calórico, como los refrescos con gas, previene en mayor medida el aumento de peso. Conviene sustituir este tipo de líquidos por agua.
Además, el cuerpo absorbe más lentamente los alimentos ricos en agua, como las legumbres, las verduras y las frutas; esto aumenta la sensación de tener el estómago lleno y previene la ingesta excesiva.
5. Regula la temperatura corporal
El agua permite que mantengamos una temperatura corporal adecuada a pesar de la presencia de temperaturas intensas o de cambios bruscos en éstas. Además eliminamos calor mediante el sudor, que se da como resultado de la evaporación de agua de la piel.
6. Disminuye la sensación de fatiga
La deshidratación provoca sensación de cansancio porque altera el equilibrio muscular de fluidos y electrolitos. Beber agua ayuda a prevenir estos efectos, sin agua las células se quedan "secas" y entonces puede bajar el rendimiento y aumentar el cansancio.
7. Hidrata la piel y mejora su aspecto
La deshidratación facilita que la piel se seque y que aparezcan arrugas. Así, beber cantidades suficientes de agua proporciona a la piel una apariencia más suave y saludable, al hidratarla de forma natural.