Un experto de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha dado la voz de alarma. Nos enfrentaremos a un verano anómalo, en donde las lluvias serán las grandes protagonistas, adelantan.
Hay motivos para preocuparse, sobre todo si tenemos pensado irnos de vacaciones. Si nada lo remedia es muy probable que este año estén pasadas por agua. No hay que olvidar de donde venimos.
El mes de junio ha resultado especialmente húmedo, con abundantes precipitaciones y tormentas en gran parte del país. Después de todo lo acontecido durante las últimas semanas, el portavoz de la AEMET nos da más detalles sobre lo que nos espera por delante.
Rubén del Campo advierte que este verano será totalmente distinto a lo que estamos acostumbrados. En declaraciones a la Cadena Cope reconoce que los próximos meses no tendrán nada que ver con los de otros ejercicios. No hay que olvidar que 2022 fue uno de los años más calurosos que se recuerdan, con varias olas de calor.
Pero 2023 se presenta con unas cuantas novedades. El meteorólogo explica que tendremos lluvias y más de una tormenta.
Por lo tanto, no sería de extrañar que el agua nos sorprendiera en la playa en algún momento. Habrá que estar muy atentos a las previsiones de los expertos para no llevarnos un disgusto.
Explica que "este fin de semana ya se han rozado los 40 grados en algunos puntos de España". Considera que después de un episodio de "altas temperaturas es probable que llegue otro con lluvias". Todavía resulta un tanto prematuro aventurar lo que nos deparará el tiempo los próximos meses, pero ya tienen una idea definida.
"Veremos, pero esa parece que sería la tónica predominante", indicó sobre las precipitaciones. Por lo tanto, nos tocará convivir con las altas temperaturas y los chubascos, como se ha comprobado durante este junio.
Hay cierta confianza en que con la entrada del verano cambien las cosas. Después de unas cuantas jornadas de inestabilidad, los meteorólogos esperan un aumento de las temperaturas y un predominio de los cielos despejados. Pero todo hace indicar que pueda tratarse de algo momentáneo.
La importancia de las lluvias
Los avisos por tormentas serán constantes a lo largo de las próximas semanas. Aunque las lluvias puedan estropearnos las vacaciones, inciden en la importancia que tienen, sobre todo para la naturaleza. Ha estado mucho tiempo sin recibir agua y todo lo que caiga ahora será bienvenido.
Rubén del Campo afirma que "también hay que buscar la parte positiva de las tormentas". Desvela que "ayudan a humedecer el suelo y a la prevención de los incendios". Está claro que puede tener sus "efectos dañinos", pero también "tiene otros beneficios".
Algunos puntos de la Península se encuentran en alerta por sequía. Las precipitaciones de las últimas semanas no han conseguido incrementar la capacidad de los embalses y la situación empieza a ser preocupante. La única solución pasaría por tener una etapa con constantes lluvias.
El meteorólogo de la AEMET desvela que costará mucho volver a la situación de antes. De hecho, la única manera de acabar con la sequía sería teniendo "un otoño y un invierno lluvioso".
Un verano con olas de calor
En cualquier caso, por ahora tendremos que conformarnos con un verano más bien húmedo, en donde no faltarán los paraguas. No se prevén grandes cantidades de lluvia acumulada, pero los chubascos sí que serán habituales.
Como es normal en esta época, las temperaturas también serán elevadas. Lo más probable es que tengamos que hacer frente a alguna ola de calor, como en años anteriores. De momento, algunos puntos de la Península ya han alcanzado los 40ºC en las últimas jornadas y esto se repetirá con frecuencia durante el verano.