Devolver un recibo es un derecho de cualquier consumidor en España. En el caso concreto del recibo de la luz, esto es algo que también se puede llevar a cabo de forma sencilla desde el banco. Sobre todo, gracias a la digitalización del sector.
En ocasiones, se puede devolver un recibo si no estás de acuerdo con el cobro. Eso puede ser porque no debería haberse efectuado o porque el importe que te han cobrado no sea el que debía.
No obstante, también hay que tener en cuenta las posibles consecuencias negativas que este acto puede acarrear. Entre ellas, destacan problemas como el corte de suministro o el que incluyan al consumidor en un proceso de reclamación o en una lista de morosos.
Requisito para devolver un recibo domiciliado
Todos los consumidores cuentan con el derecho de solicitar la devolución de cualquier recibo domiciliado. Sin embargo, para que no te enfrentes a consecuencias negativas, debes tener en cuenta ciertos requisitos.
En primer lugar, el consumidor debe haber autorizado el recibo de forma previa. Asimismo, también debe indicar la causa de la devolución de forma transparente.
¿A qué riesgos te puedes enfrentar cuando devuelves un recibo?
Por su parte, cabe destacar que la devolución de un recibo domiciliado puede tener consecuencias para el consumidor. Conocerlas es imprescindible para no enfrentarse a problemas indeseados.
Por un lado, el consumidor se puede enfrentar a un corte del suministro debido a dicha devolución. Asimismo, la compañía de suministros puede comenzar un proceso de reclamación contra el consumidor por el mismo importe del recibo que este ha devuelto.
Los riesgos pueden cambiar según la compañía
En este sentido, cabe destacar que los riesgos pueden cambiar dependiendo de la compañía de suministros. En ciertos casos, la empresa puede cortar el suministro de inmediato.
Sin embargo, de forma general, suelen dar un plazo de tiempo. Dicho plazo lo ofrecen, bien para regularizar la situación, o bien para que el consumidor pueda explicar las causas de la devolución.
Por todo ello, a pesar de que devolver los recibos es un derecho, también hay que pensar en los riesgos que están asociados a esto. Para evitar problemas, lo mejor es indicar las razones de forma clara y hablar con la compañía de suministros para explicar cualquier inconveniente.
¿Cómo evitar estos riesgos?
En el caso de que desees evitar los riesgos de devolver tus recibos domiciliados, lo mejor es que tengas en cuenta dos consejos clave:
- Explicar la causa: indica de inmediato la razón de la devolución de forma clara para evitar conflictos.
- Comunicación: contacta con la empresa de suministros de forma directa para que puedas explicar la situación.
Puedes ejercer tu derecho a devolver el recibo
En el caso de que te haya llegado un recibo a tu cuenta bancaria con un importe que no reconoces o que crees que puede no ser correcto, estás en todo tu derecho de devolverlo. Para evitar problemas, llama a la empresa de suministros y explica qué sucede.
La compañía, por su parte, cuenta con un plazo de 10 días hábiles para devolver el importe del recibo. En caso de no hacerlo, el consumidor puede reclamar el importe a su banco.
¿Cómo solicitar la devolución?
Si te has enfrentado alguna vez a este tipo de problema y deseas solicitar la devolución de un recibo que ya te han cobrado, puedes hacerlo de distintas formas:
- Teléfono: ponte en contacto con la compañía por teléfono para solicitar la devolución.
- Email: envía un correo electrónico a la empresa de suministros explicando qué sucede.
- Por escrito: envía una carta por correo postal a la compañía.
En la solicitud, debes indicar de forma clara el número de recibo, su fecha de emisión, así como el importe. Por supuesto, no puedes olvidar explicar las razones de la devolución.