En este artículo verás qué es y para qué sirve el Augmentine, cuáles son las presentaciones más comunes y las dosis recomendadas, así como los efectos secundarios y las contraindicaciones de este fármaco.
El Augmentine es un medicamento antibiótico, es decir, pertenece al grupo de fármacos que sirven para eliminar las bacterias que causan infecciones. Al ser un bactericida, el Augmentine no sirve para tratar infecciones víricas como la gripe.
Está compuesto por dos medicamentos distintos: amoxicilina, del grupo de las penicilinas, y ácido clavulánico, otro antibiótico del grupo de los beta-lactámicos que no tiene acción por si mismo, pero si se une a otro antibiótico, como la amoxicilina, evita que ésta sea degradada por enzimas que sintetizan las bacterias resistentes a la amoxicilina.
En conjunto, la amoxicilina y el ácido clavulánico hacen que el efecto antibiótico se mantenga, aun si las bacterias han desarrollado resistencia a los principios activos.
Específicamente el Augmentine sirve para tratar signos y síntomas provocados por infecciones del oído medio y los senos nasales, del tracto respiratorio, de huesos y articulaciones, del tracto urinario e infecciones de la piel y de los tejidos blancos, como las infecciones dentales graves y mordeduras animales.
El Augmentine se encuentra en polvo para suspensión oral o en comprimidos. Pueden tomarlo niños y adultos, aunque en cada caso hay algunas especificaciones.
Aunque en distintas proporciones, en todas las presentaciones se concentran los dos principios activos que explicamos anteriormente, por lo que los efectos adversos y las contraindicaciones son casi las mismas.
En todos los casos las tomas deben hacerse con alimentos y con un intervalo de 8 horas entre cada toma. En determinados casos puede ser que este periodo entre tomas se alargue o se acorte si el médico lo considera.. La duración del tratamiento depende de la gravedad de la infección, pero no puede durar más de dos semanas sin una revisión por parte del médico.
Esta presentación es un polvo blanco que se mezcla en medio vaso de agua al empezar a comer o un rato antes de ingerir los alimentos. La dosis recomendada para adultos y niños con más de 40 kg es de un sobre tres veces al día.
Contiene 500 mg de amoxicilina y 125 mg de ácido clavulánico en cajas con 12, 16, 24, 30, 100 o 500 sobres. Hasta el 2013 estaba aprobado para su distribución bajo el nombre de Augmentin en Bélgica y Luxemburgo, y en España se comercializa bajo el nombre de Augmentine.
Se presenta como un polvo color blanco que viene en un frasco de vidrio y se mezcla con agua para conseguir una solución oral para administrar con una jeringa o una cucharilla. Antes de cada toma debe agitarse bien para conseguir una solución homogénea.
Hay que conservarlo en nevera una vez se ha reconsituido con agua y dura hasta 7 días. Esta es la presentación recomendada para niños que pesan menos de 40 kg, que suelen ser los que tienen 6 años o menos.
Contiene 100 mg de amoxicilina y 12.5 mg de ácido clavulánico y está autorizado con el nombre de Augmentin en Francia, Alemania y Holanda. En España se encuentra como Augmentine y tiene un precio aproximado de 7€ por 120 ml.
Esta presentación está aprobada en 23 países del Espacio Económico Europeo bajo el nombre de Augmentin; solo en España se vende como Augmentine, y una caja con 12 comprimidos puede costar alrededor de 4 €.
Cada comprimido o sobre contiene 875 mg de amoxicilina y 125 mg de ácido clavulánico. Por eso se conoce a este formato como Augmentine 875/125. Las presentaciones más frecuentes son de 20 o 30 comprimidos o sobres, aunque existen presentaciones con más y menos unidades.
Tanto en adultos como en niños que pesan 40 kg o más, la dosis recomendada de augmentine 875 mg/125 mg es de un comprimido 2 veces al díaEn casos más graves se recomienda una dosis superior que es de un comprimido tres veces al día.
El efecto secundario más frecuente, tanto en adulto como en niños, es la diarrea, aunque también es común que provoque candidiasis (infección por hongos en mucosas, especialmente en la vagina o en la boca), náuseas o vómitos.
Los efectos secundarios menos frecuentes aunque también pueden presentarse erupciones cutáneas con comezón, indigestión, mareos, dolores de cabeza y reacciones cutáneas graves.
Por otro lado, si hay una reacción alérgica a los ingredientes del augmentine pueden aparecer erupciones cutáneas o puntos rojos o morados en la piel, lo que indica una inflamación de los vasos sanguíneos.
También puede haber fiebre, dolor de articulaciones, inflamación de las glándulas de las axilas o ingles e incluso un angioedema, que es una hinchazón en la garganta que causa dificultad para respirar y puede llevar a un colapso.
El Augmentine está contraindicado en caso de alergia a penicilinas, amoxicilina o al ácido clavulánico. También si ha habido alguna reacción de hipersensibilidad a otros antibióticos del mismo grupo (beta-lactámicos) y en caso de que exista una insuficiencia renal o hepática es necesario consultar al especialista y valorar si es necesario un reajuste de dosis o si no se aconseja su uso.
Asimismo, hay que tener especialcuidado en el caso de tomar medicamentos como alopurinol, probenecid, anticoagulantes, metotrexato o micofenolato de mofetilo, ya que su mezcla aumenta la probabilidad de tener efectos secundarios.
En caso de embarazo o lactancia también es importante consultar al médico antes de empezar a tomar Augmentine y que él valore si el beneficio/riesgo es favorable o no.
Como pasa con todos los antibióticos, la recomendación general es no suspender el tratamiento ya que esto puede hacer que las bacterias no se eliminen completamente y que la infección vuelva. Por la misma razón es recomendable no mezclar augmentine con alcohol: su efecto puede anularse.
Los antibióticos son medicamentos muy usados por la sociedad actual y aportan un gran beneficio, pero si no se usan adecuadamente (por ejemplo, acabar el tratamiento antes de lo que se debería o antes de lo que ha indicado el médico o si se toman sin prescripción del médico), lejos de funcionar bien lo que ocurre es que no se elimina la infección del todo, vuelve a aparecer al poco tiempo, se crean resistencias y cada vez es más difícil tratarlas. Es muy importante que la sociedad esté concienciada de ello y se haga un uso racional de los antibióticos.
Además, los antibióticos eliminan las bacterias malas que han causado la infección, pero también alteran la microbiota natural del organismo (por esto aparecen efectos adversos como la diarrea, malas absorciones de nutrientes o infecciones por hongos como la candidiasis). Por esto es muy importante que los antibióticos sólo se tomen cuando es necesario, durante el periodo de tiempo indicado por el médico y deben asociarse a probióticos, para repoblar la microbiota intestinal (flora intestinal) que se ha visto agredida por el antibiótico y evitar estos efectos adversos. Los probióticos deben tomarse separados de las comidas y de la toma de antibiótico (1h antes o 2h después).