Logo whatsapp
Mujer con una cinta métrica

Anorexia nerviosa: qué es, síntomas, causas y tratamiento

Revisamos los síntomas de la anorexia y las diferencias entre esta alteración y la bulimia nerviosa

La aparición y mantenimiento de unos cánones de belleza imposibles para la mayoría de la población, tanto femenina como masculina, suponen una gran presión para muchas personas.

Aunque cada vez existen más movimientos sociales que tienen como finalidad cambiar estas dinámicas, todavía suponen un gran riesgo para la salud física y psicológica de la población.

La principal consecuencia de este fenómeno social es el aumento de los casos de trastornos alimenticios, sobre todo de anorexia nerviosa. En este artículo describiremos qué es la anorexia nerviosa, sus síntomas, diferencias con la bulimia, causas y tratamientos.

¿Qué es la anorexia nerviosa?

La anorexia nerviosa, o simplemente  anorexia, es un trastorno alimentario que se caracteriza porque la persona que lo padece experimenta un miedo intenso a aumentar de peso acompañado de una percepción distorsionada de su propio cuerpo y, como consecuencia, posee un peso corporal excesivamente bajo.

Las personas con anorexia tienden a sobrevalorar hasta el exceso el control de su peso y de la forma de su cuerpo, llegando a realizar esfuerzos extremos que pueden llegar a interferir significativamente con su día a día.

Obesidad
Las personas que padecen anorexia suelen obsesionarse con su peso o talla | Getty Images

Entre los esfuerzos dirigidos a bajar de peso o a evitar que este aumente se encuentran la restricción excesiva de la ingesta de alimentos y bebidas y el control el consumo de calorías mediante la utilización de laxantes, diuréticos o enemas o mediante el vómito, así como haciendo ejercicio intenso de forma también excesiva.

Muchas de las personas que padecen anorexia se ven a sí mismas con sobrepeso, a pesar de que en realidad están por debajo del peso recomendado. Además, si se les pregunta, en la mayoría de casos niegan tener un problema de infrapeso.

A menudo la anorexia se inicia después de un gran cambio o suceso vital o tras un largo periodo de estrés, por lo que muchos autores conceptualizan la anorexia como una forma de intentar sobrellevar los problemas emocionales. Una persona anoréxica a menudo equipara la delgadez con la autoestima; de ahí la falsa creencia de que cuanto más delgada o delgado esté mejor se va a sentir.

Al igual que ocurre con otros trastornos alimentarios, la anorexia puede llegar a controlar la vida de la persona que la padece y llegar a ser muy difícil de superar. Además es considerado un trastorno potencialmente mortal si no es tratado; por suerte, existen intervenciones específicas que pueden devolver a la persona a su estado de salud física y psicóloga habitual.

En el año 2015 se estimó que existían en el mundo alrededor de 2,9 millones de personas afectadas por la anorexia. Por otro lado, esta alteración afecta de forma mucho más frecuente a mujeres que a hombres: según los datos, se calcula que la anorexia afecta a entre un 0.9% y un 4.3% de la población mundial femenina, mientras que en los hombres los porcentajes son de entre un 0.2% y un 0.3% en todo el mundo.

Pies de una persona junto a una báscula azul
Los estudios demuestran que afecta, sobre todo, a las mujeres | Getty Images

¿Qué síntomas presenta?

La anorexia se caracteriza por síntomas tanto físicos como psicológicos y conductuales que, además, implican una percepción distorsionada del peso corporal y un miedo exacerbado a aumentar de peso o engordar.

En muchas ocasiones los signos y síntomas de la anorexia pueden pasar desapercibidos, ya que la persona trata de disimularlos todo lo posible, no comiendo delante de otras personas, vistiendo ropa ancha y disfrazando los síntomas físicos.

Síntomas físicos

Entre los signos y síntomas físicos de la anorexia se incluyen:

- Pérdida de peso extrema o infrapeso

- Fatiga

- Insomnio

- Mareos y/o desmayos

- Decoloración azulada de los dedos

- Cabello fino que se rompe o se cae

- Aparición de un vello suave y fino que recubre el cuerpo (lanugo)

- Amenorrea o falta de menstruación

- Estreñimiento y dolor abdominal

- Piel seca o amarillenta

- Ritmos cardíacos irregulares

- Presión arterial baja

- Deshidratación

- Hinchazón en brazos o piernas

- Dientes erosionados y callos en los nudillos por los vómitos autoinducidos

Una mujer con jersey azulado tocando con la mano una báscula
La anorexia no solo presenta síntomas físicos, sino también mentales | Getty Images

Síntomas psicológicos

Los síntomas psicológicos incluyen tanto síntomas emocionales como alteraciones en la conducta. Los síntomas conductuales de la anorexia incluyen:

- Restricción estricta de alimentos mediante dietas o ayunos

- Comer alimentos considerados como “seguros” por ser bajos en grasas y calorías

- Negarse a comer en público

- Mentir sobre la cantidad de comida que se ha ingerido

- Quejas sobre el aspecto corporal

- Vestir con muchas capas o con ropa muy ancha

- Hacer ejercicio excesivamente

- Pesarse repetidamente

- Comprobaciones frecuentes del aspecto frente al espejo

- Vómitos autoinducidos

- Utilización de enemas, laxantes, suplementos dietéticos o productos herbales

En cuanto a los síntomas emocionales estos son:

- Preocupación excesiva por la comida

- Negación del apetito

- Sensación de inconformismo con algunas partes del cuerpo

- Miedo a aumentar de peso

- Estado de ánimo plano o falta de emoción

- Irritabilidad

- Retraimiento social

- Insomnio

- Baja autoestima

- Falta de interés por las relaciones sexuales

¿En qué se diferencia de la bulimia?

Aunque poseen algunos puntos en común como la sobrepreocupación por el peso corporal, el miedo a engordar o las conductas purgativas, existen una serie de diferencias significativas entre la anorexia nerviosa y la bulimia que distinguen estas dos alteraciones -las cuales, no obstante, con frecuencia se dan en las mismas personas.

Mientras que en la anorexia no siempre aparecen conductas purgativas, en la bulimia los episodios purgativos son un requisito indispensable del diagnóstico. Además la bulimia se caracteriza por la presencia de atracones, en los que se ingieren grandes cantidades de comida, por lo general muy calórica, en un corto periodo de tiempo. Esto no ocurre en la anorexia, en la que se evita comer casi a toda costa.

Finalmente, las personas que padecen anorexia suelen tener un peso corporal excesivamente bajo (infrapeso). Sin embargo, la bulimia se caracteriza porque las personas que la padecen tienen un peso normativo o incluso padecen sobrepeso u obesidad.

Médica apoyando una mano en la ventana de un hospital
Anorexia y bulimia no son lo mismo | Getty Images

¿Cuál es la causa de la anorexia?

Por el momento se desconocen las causas exactas de la anorexia. Al igual que ocurre con muchas enfermedades, se hipotetiza que puede existir una combinación de factores biológicos, psicológicos y ambientales.

1. Factores biológicos

Se cree que existen una serie de alteraciones genéticas que pueden predisponer a la persona para desarrollar anorexia. En concreto, estas personas pueden tener una tendencia genética hacia el perfeccionismo, la sensibilidad y la perseverancia, rasgos típicamente asociados con la anorexia.

2. Factores psicológicos

Los rasgos de personalidad obsesivo-compulsivos y ansiosos pueden favorecer que la persona desarrolle una obsesión con su cuerpo y como consecuencia un trastorno alimentario como la anorexia.

3. Factores ambientales

La sociedad actual, sobre todo las culturas occidentales, enfatiza la delgadez y la equiparan al éxito y al valor social.

La presión que este factor ejerce sobre la persona, sobre todo en las mujeres, puede conducirla a una sobrepreocupación e incluso a la obsesión por el aspecto físico -y en consecuencia a la anorexia.

¿Existe un tratamiento?

Aunque la anorexia es considerada un trastorno muy grave con riesgo de muerte si no es manejada correctamente, existen tratamientos muy efectivos que implican tanto al paciente como a su familia y entorno.

El principal aspecto del tratamiento para la anorexia es la psicoterapia, mediante la cual se realiza un trabajo de los factores emocionales y cognitivos de este trastorno, sobre todo a la hora de modificar la propia percepción corporal.

En compañía del tratamiento psicológico, se realizan seguimientos del estado físico del paciente y se elaboran una serie de pautas nutricionales que favorezcan la reconciliación de la persona con la comida.

Cuando se trata de casos de anorexia con un fuerte componente emocional o del estado de ánimo, se pueden administrar fármacos antidepresivos o ansiolíticos que ayuden a disminuir la intensidad de los síntomas afectivos y faciliten que la persona pueda llevar a cabo el trabajo psicológico correspondiente.
Finalmente, la anorexia nerviosa se distingue de otros trastornos psicológicos por su alto índice de recaídas, lo que significa que es necesario que tanto familiares como profesionales médicos se mantengan alerta en cuanto al curso clínico de los síntomas de la persona con anorexia.