A partir de la fase 0 de la desescalada pudimos empezar a dar paseos, y desde entonces muchos se han acostumbrado y lo han incorporado en su rutina diaria. Es una actividad muy recomendable para todos, y en especial para aquellos que no tienen una rutina deportiva establecida o que tienen una vida sedentaria.
Pero muchos se preguntan si realmente cuenta como ejercicio físico y si puede servir para adelgazar, igual que deportes como correr, nadar o ir en bici.
Los beneficios de andar
Los adultos de entre 18 y 64 años deben completar un mínimo de 150 minutos semanales (un poco más de 20 minutos al día) de ejercicio aeróbico de intensidad moderada para mantener unos hábitos de vida saludables. La OMS recomienda andar como una de las actividades principales para cumplir esos minutos.
Andar mejora las funciones musculares, cardiorrespiratorias y la salud ósea. Reduce el riesgo a padecer enfermedades cardiovasculares, cáncer o diabetes, entre muchas otras. Además, potencia la autoestima y mejora el estado de ánimo, por lo que ayuda a ser más felices.
También mejora la circulación y nos ayuda a perder peso. Pero cuidado. Todos los puntos y este último en especial dependen mucho de cómo se realice esta actividad. Aunque se recomienda como mínimo caminar 20 minutos al día, lo cierto es que lo más recomendable es pasar de la media hora. Caminando a un paso moderado entre media hora y una hora quema grasas acumuladas y acelera el metabolismo.
No olvidemos que para que el cuerpo luzca genial, además de quemar grasa, debemos tonificarlo, y eso se consigue andando. En especial se tonifican las piernas y los glúteos, pero también los abdominales, los cuales puedes ejercitar todavía más si fijas atención en ellos y los contraes mientras vas andando.
El doctor Hatano en los años 60 estipuló un ideal de 10.000 pasos al día para mantenerse sano y en forma. Serían lo equivalente a unos 8 km, aunque depende, obviamente, de la longitud de los pasos. Escogió esta cifra porque la mayoría de gente a penas llegaba a los 5.000 pasos diarios, y calculó que con el doble de esta cifra se duplicaría el gasto calórico.
Hoy en día se sigue manteniendo y muchas personas tienen como meta diaria esos 10.000 pasos que, si se hacen a un buen ritmo, pueden hacer que estés totalmente en forma. De hecho, para tonificar y quemar siempre será mejor caminar menos tiempo a un ritmo más elevado que más tiempo de manera más lenta. Pero en este caso más es más, por lo que lo ideal es que consigas mantener una alta intensidad durante bastante tiempo.