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Mujer después haber pasado la quimioterapia

La relación entre los alimentos ultra-procesados y el cáncer

Los alimentos ultra-procesados, como la bollería industrial, pueden provocar cáncer de mama y colon.

Mantener una dieta balanceada es un hábito promueve la salud, ya que conserva la homeostasis (el equilibrio del organismo) y contribuye de manera importante a la protección del sistema inmunológico.

La Universidad de La Sorbona, en París, ha llevado a cabo un estudio en el que se analiza la relación de los alimentos con la formación de tumores cancerígenos. Esto es muy importante porque el cáncer es una de las enfermedades que causan más muertes y que suponen una mayor inversión económica alrededor del mundo.

A continuación te explicamos qué son los alimentos ultra-procesados y cómo se relacionan con el cáncer, según el estudio de la Universidad de la Sorbona.

¿Qué son los alimentos ultra-procesados?

Para que podamos consumir un alimento, este debe haber pasado por un proceso de producción y de conserva. Algunos de esos procesos son saludables porque no interfieren con los nutrientes del alimento.

No obstante, otros procesos perjudican nuestra salud porque requieren una combinación de ingredientes que modifican la calidad del alimento. Estos son los alimentos ultra-procesados: aquellos que se preparan a nivel industrial a partir de sustancias que se derivan de otros alimentos.

Es decir, no son alimentos completos o balanceados sino un conjunto de ingredientes que han pasado por procesos como la hidrogenación, la fritura, la hidrólisis o la refinación de proteínas. Además incluyen aditivos alimentarios que no contienen los ingredientes naturales, como conservantes artificiales, colorantes o potenciadores de sabor.

Contienen altos niveles de grasa saturada, sal, azúcar y en menor cantidad fibra. Por desgracia son los alimentos a los que tenemos mayor acceso, al menos en los países desarrollados: aproximadamente el 80% de los alimentos que hay en el supermercado son ultra-procesados y constituyen el 50% de una persona promedio.

Surtido de diferentes galletas sobre una tabla de madera
Los alimentos ultra-procesados tienen altos niveles de grasa saturada, sal, azúcar y en menor cantidad fibra | Getty Images

La relación entre los alimentos ultra-procesados y el cáncer

El estudio de La Sorbona se publicó en la revista British Medical Journal y ha sido difundido por varios medios alrededor del mundo. Participaron más de 1000 personas y se llevó a cabo durante cinco años.

Se agruparon 3300 alimentos según su nivel de procesamiento y se pidió a los participantes que notificaran al equipo si se les diagnosticaba cáncer en algún momento. Para la selección de muestra se tomaron en cuenta variables como la edad, el género, hábitos como el consumo regular de tabaco y los antecedentes de cáncer en la familia.

Algunos ejemplos de los alimentos ultra-procesados que se utilizaron fueron los nuggets de pollo, los refrescos, las tartas industriales, las barritas de chocolate, el pan de molde, los productos de confitería y la carne procesada. Estos son los alimentos que contienen cantidades más altas de aditivos, saborizantes y conservantes, y una cantidad muy baja de vitaminas y fibra.

Otros alimentos ultra-procesados son los panecillos envasados que se producen en serie, las patatas fritas, las barras de chocolate y otros dulces artificiales, las bebidas azucaradas, los fideos instantáneos, las comidas congeladas o almacenadas.

Mujeres dando soporte a la lucha contra el cáncer de mama
Relación entre los alimentos ultra-procesados y el cáncer | Getty Images

Resultados de la investigación de La Sorbona

Los resultados sugieren que un aumento del 10% en la cantidad de alimentos ultra-procesados que se ingieren está relacionado con 12% más de riesgo de desarrollar distintos tipos de cáncer -especialmente cáncer de mama, y en menor medida los de colon y recto (cáncer colorrectal) y el de próstata.

Una de las conclusiones que se desprenden de este estudio es que los alimentos que se producen, industrializan y consumen en los países desarrollados pueden repercutir en un aumento de casos de cáncer en las próximas décadas, por lo que sería importante tomar medidas tanto individuales como políticas en el tema.

Sin embargo, este estudio no ha dado conclusiones definitivas porque aún se tienen que comprobar sus resultados a gran escala. Dejan la puerta abierta a realizar más investigaciones.

De hecho, la Sociedad Americana contra el Cáncer señala que los resultados de este estudio deben interpretarse con mucha cautela, ya que, más allá de pensar en un solo alimento o un solo ingrediente antes de consumirlo, es necesario analizar la dieta en su conjunto y procurar ingerir alimentos saludables con tanta frecuencia como sea posible.

Por el momento, la investigación de La Sorbona nos sugiere algunas pautas a tomar en cuenta en relación con la calidad de los alimentos que consumimos de forma diaria y cómo estos pueden influir en el desarrollo de cáncer a medio y largo plazo.