Todos hemos tenido la desagradable sorpresa de encontrar moho en nuestros alimentos. Generalmente, aparece de color blanco, aunque va oscureciéndose con el paso de los días hasta llegar a un color azuloso.
Algunos aseguran que estos alimentos se pueden comer cortando las partes malas. Otros en cambio relacionan el moho con una posible intoxicación alimentaria, y piden deshacerse de los productos. Lo cierto es que las dos partes tienen algo de razón.
A pesar de que no se recomienda el consumo de productos en mal estado y con moho, existen algunas excepciones. A continuación, te explicamos cuáles son los 3 alimentos que puedes comer aunque les haya salido moho, sin peligro de intoxicarte.
¿Qué 3 alimentos puedes comer sin intoxicarte aunque tengan moho?
1. El jamón y los embutidos curados
En el caso del jamón y los embutidos curados, los hongos no pueden penetrar adecuadamente. Sí, el moho suele aparecer también en este tipo de productos cárnicos, pero se expande más despacio. Además, en algunos casos, como por ejemplo con el fuet, son estos mismos microorganismos los que le confieren al producto su sabor.
El moho se encuentra en estos alimentos superficialmente y su interior y sus propiedades están intactas. Así pues, puedes quitar la capa superior con total tranquilidad y después podrás comer el resto.
Lo ideal para evitar el moho en el jamón y otros embutidos es colgar estos alimentos en lugares bien ventilados, con temperaturas suaves y sin luz. Evitando siempre la humedad. También es recomendable guardar el alimento en la nevera una vez abierto.
2. Los quesos duros y maduros
Tendemos a pensar que si en un queso hay moho significa que está pasado. Aunque la verdad es que hay quesos en los que los mohos son naturales y comestibles.
Entre los quesos con moho más populares encontramos el azul, el Brie o el Camembert. Estos quesos son cremosos y potentes y están formados por una gran parte de moho.
Otros quesos que se pueden comer con moho son los duros, los maduros. El moho en este tipo de quesos duros le es difícil reproducirse así que basta con quitar las partes que han sido enmohecidas. Entre ellos podemos destacar el queso gouda, el manchego y el emmental.
Sin embargo, es importante saber que los quesos blandos como la mozarella, la ricotta o el requesón son más húmedos y por lo tanto más susceptibles al crecimiento de moho. En este caso el hongo se reproduce más rápido, llega a las capas internas y lo tenemos que tirar de inmediato para no sufrir una intoxicación.
3. Las frutas y vegetales turgentes
Las frutas y vegetales de carne firme, como la zanahoria, el repollo o el pimiento, se pueden comer si se quitan las partes de moho.
Si vemos que aún cortando al menos dos centímetros alrededor de las partes de moho, sigue persistiendo, la cosa cambia. Eso significa que los microorganismos han penetrado mucho más en el producto, por lo que se recomienda tirarlo.
En las frutas blandas, como las peras o las manzanas, es más fácil que los hongos se reproduzcan. Por eso, no dudes en lanzar el producto a la basura.
¿Qué pasa si comemos alimentos con moho?
Comer alimentos con moho no tiene que ser peligroso para nuestra salud a no ser que seas alérgico a ciertos alimentos, estés embarazada o tengas el sistema inmunitariodebilitado. En estos casos, es posible que se produzca, por ejemplo, una reacción alérgica de más o menos gravedad.
El verdadero riesgo a intoxicarte llega cuando en algunos alimentos hay micotoxinas. Las micotoxinas son unas sustancias químicas que se producen de forma natural. Estas son muy perjudiciales para nuestro cuerpo y en dosis grandes y a largo plazo pueden desarrollar graves problemas de salud.
No debemos confundir las toxinas con el moho, ya que estas suelen aparecer más tarde. Una vez presentes, es posible que permanezcan en el producto incluso tras quitar las partes que, visualmente, están en mal estado.