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Montaje con el mostrador de una carnicería y el cuerpo de un médico con bata blanca y los brazos cruzados

Alertan de la carne que deberías evitar comer siempre: podrías acabar enfermando

La manipulación y el grado de cocción de la carne son elementos imprescindibles a la hora de asegurar una buena salud alimentaria

Hay muchas formas de preparar y consumir carne. Y escoger el punto de cocción es una de ellas. Sin embargo, recientemente, varios expertos han alertado sobre los riesgos que supone consumir carne poco hecha, ya que puede acabar siendo muy peligroso para nuestra salud.

La carne es uno de los alimentos más consumidos en nuestra dieta, pero también uno de los que más precauciones requiere a la hora de comprarla, conservarla y cocinarla.

Si no se siguen unas pautas adecuadas de higiene y seguridad alimentaria, podemos exponernos a sufrir intoxicaciones. Especialmente por la presencia de microorganismos patógenos que pueden causarnos desde molestias gastrointestinales hasta enfermedades graves.

¿Por qué debemos tener cuidado con el grado de cocción de la carne?

Uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta es el grado de cocción de la carne, especialmente la de vacuno. Es muy habitual consumirla en forma de hamburguesas, steak tartar o carpaccio. Muchas personas prefieren la carne poco hecha o al punto, porque consideran que así conserva mejor su sabor, su jugosidad y sus propiedades nutricionales.

Sin embargo, esta preferencia puede entrañar un riesgo para la salud, ya que la carne poco cocinada puede estar contaminada con bacterias como la listeria, la salmonella o la E. coli, que pueden provocar infecciones alimentarias.

Así lo ha advertido recientemente la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan). La agencia ha lanzado un aviso a los consumidores sobre los peligros de comer la carne poco hecha, especialmente si se trata de carne picada o molida.

Según la Aesan, este tipo de carne tiene más superficie expuesta al contacto con el aire y con los utensilios de corte y manipulación. Lo que facilita la proliferación de microorganismos patógenos. 

Además, al picar o moler la carne se puede transferir la contaminación desde el exterior al interior del producto. Es en esta área donde las bacterias pueden sobrevivir si no se alcanza una temperatura suficiente para eliminarlas.

¿Qué recomienda la Aesan a la hora de cocinar la carne?

La Aesan recomienda cocinar la carne hasta que cambie de color y pierda el tono rojizo característico. Lo que indica que ha alcanzado una temperatura interna de al menos 65ºC durante dos minutos.

Esta es la única forma de asegurarse de que se han destruido los posibles microorganismos patógenos presentes en la carne. Asimismo, aconseja evitar el consumo de carne cruda o poco hecha en grupos vulnerables como niños, embarazadas, ancianos o personas con el sistema inmunitario debilitado.

El nutricionista Pablo Ojeda ha coincidido con estos consejos en el programa Más Vale Tarde, donde ha explicado los riesgos de comer la carne poco hecha y ha dado algunas recomendaciones.

Según Ojeda, en España se producen muchos casos de intoxicaciones por una mala manipulación de la carne, tanto en el hogar como en las cocinas industriales o los restaurantes.

Para prevenir estas situaciones, el experto ha señalado la importancia de lavarse las manos antes y después de tocar la carne. También usar cuchillos y tablas limpias y diferentes para cada tipo de alimento, y mantener la cadena de frío del producto desde su compra hasta su consumo.

Una barbacoa con carne bien hecha y carbón encendido
A la hora de cocinar la carne, debemos asegurarnos muy bien de que el grado de cocción es el adecuado | Pexels

Además, ha indicado que no se debe consumir la carne más allá de 24 horas después de comprarla. Y que se debe guardar en recipientes cerrados en la parte más fría de la nevera.

Ojeda ha destacado que las carnes de ave, como el pollo o el pavo, son las más propensas a albergar microorganismos patógenos. Por lo que deben estar completamente cocinadas antes de consumirlas.

No obstante, también ha advertido que las carnes de vacuno pueden estar contaminadas si no se han seguido unas buenas prácticas higiénicas durante su elaboración. O si no se han cocinado adecuadamente. Por ello, ha recomendado pedir siempre la carne bien hecha cuando se come fuera de casa y evitar el consumo de platos elaborados con carne cruda o poco hecha.

La carne es un alimento rico en proteínas, hierro y otros nutrientes esenciales para nuestra salud, pero también puede ser una fuente potencial de infecciones si no se toman las medidas oportunas.

Por eso, es importante seguir las recomendaciones de los expertos y las autoridades sanitarias para disfrutar de este alimento sin poner en riesgo nuestra salud ni la de los demás.