Las autoridades sanitarias advierten de una enfermedad que se daba prácticamente por controlada. Sin embargo, en los últimos 20 años se ha experimentado una importante subida del 100%. En muchos casos, la gravedad de los hechos llega a requerir la hospitalización por parte del paciente.
Nos referimos al herpes zóster, que suele ser una especie de variante de la varicela. Se produce sobre todo porque el virus que provocó la varicela se mantiene en el organismo. Ante una caída de las defensas puede reactivarse, sobre todo entre las personas de más edad.
Las dos enfermedades se pueden prevenir gracias a la vacunación. La varicela ha reducido su incidencia en los últimos 40 años al pasar de 241.659 infectados a 6.792. Así lo desvelan los estudios del Instituto de Salud Carlos III.
Pero no puede decirse lo mismo del herpes zóster, que ha registrado un incremento de casos a lo largo de las dos últimas décadas. Una investigación del Centro Nacional de Epidemiología del Carlos III y del CIBER de Epidemiología y Salud Pública así lo advierte. Desde 1998 hasta 2018 se han contabilizado más de 65.000 infectados con esta patología requiriendo de ingreso hospitalario.
¿A qué se debe el incremento de la incidencia?
El Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades indica que esta enfermedad supone "un problema de salud pública" en nuestro país. Hay que decir que no fue hasta 2022 cuando se incluyó en el calendario de vacunación la inyección para el herpes zóster.
Se recomienda la administración de este fármaco a los mayores de 65 años. Los más afectados suelen ser los que tienen más de 85 años, apuntan. La tasa de hospitalización de este grupo de edad debido a esta enfermedad infecciosa pasó de menos del 30% al 70% en dos décadas.
La epidemióloga Josefa Masa-Calles explica a El Español que la principal causa de esto es "el envejecimiento de la población". Indica que al contar con una "esperanza de vida más larga, la probabilidad de que el herpes se reactive también es mayor". Aclara que esto no implica que los hayan padecido la varicela durante su infancia vayan a sufrir esta infección alguna vez en su vida.
¿Qué grupos de población son los más afectados?
La experta indica que "se producen más hospitalizaciones en hombres". Sobre todo porque las patologías que se vinculan con herpes zóster "son más comunes en ellos que en ellas".
En algunos casos, sí que detectan situaciones de gravedad, sobre todo entre aquellos con algún tipo de inmunodepresión de importancia. Se refieren principalmente a los que estén sometiéndose a tratamientos de quimioterapia, diagnosticados con VIH o que sufrieran un trasplante. En cualquier, el simple hecho de tener una cierta edad ya es motivo para que aparezca esta infección en la gente mayor.
¿Cómo surge el herpes zóster?
El herpes zóster también se le conoce como culebrilla. Adquiere esta denominación de manera informal debido a la forma con la que surge. Se tratan de pequeñas ampollas, que aparecen a un lado de la cintura o de la espalda, aunque puede reproducirse también en ojos, oídos o cara.
Lo realmente característicos es su forma alargada. Tarda entre dos y cuatro semanas en desaparecer. Es posible que en algunas ocasiones derive en una neuralgia postherpética, que es la complicación más común entre los que sufren herpes zóster.
De complicarse esta infección puede llegar a provocar neumonía, encefalitis, problemas auditivos o de visión. En el caso de esto último, la pérdida ocular puede ser temporal o incluso permanente.
Todo esto ha originado que las autoridades sanitarias hayan realizado un llamamiento. Aunque se diera por controlada, sigue siendo una enfermedad con mucha presencia en el día a día.