Dentro del ranking de los medicamentos más vendidos en nuestro país encontramos uno que siempre está en los primeros puestos: el famoso Adiro. Se trata de una marca comercial que tiene el mismo principio activo que la tradicional Aspirina. La diferencia entre ambos radica en su concentración, pues la Aspirina contiene 500 mg de ácido acetilsalicílico y el Adiro apenas llega a los 300 mg.
¿Qué es el Adiro y para qué se utiliza?
El Adiro es ácido acetilsalicílico y se trata de un medicamento que pertenece al grupo de los antiagregantes plaquetarios. Nuestra sangre tiene unos componentes llamados plaquetas, las cuales son más pequeñas que los glóbulos rojos y blancos y que se agregan cuando la sangre se coagula.
Tal y como apunta la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), para prevenir dicha agregación, los antiagregantes plaquetarios reducen la formación de estos coágulos.
Dicho de otra forma, el Adiro se utiliza para evitar la coagulación de la sangre y la formación de trombos. Este efecto se debe a que, al ingerir el medicamento, la sangre se vuelve más líquida.
¿Para quién está indicado su consumo?
Como se trata de un medicamento que debe ser recetado bajo supervisión médica, el Adiro está indicado para personas que hayan sufrido algunas patologías concretas.
Por ejemplo, un infarto de miocardio, una angina de pecho, o accidente cerebrovascular no hemorrágico (ictus), También se desaconseja su consumo después de alguna cirugía (angioplastia o by-pass coronario).
¿Cómo se debe tomar?
Según recomienda la ficha técnica de CIMA (Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios), el Adiro debe tomarse a diario. Preferiblemente con un vaso de agua en ayunas y al menos una hora antes de las comidas. Las recomendaciones también apuntan a que los comprimidos no deben triturarse o masticarse. Es fundamental que sus componentes se liberen en el intestino.
¿En qué casos no debe tomarse el Adiro?
Tal y como hemos comentado anteriormente, el Adiro es un medicamento que está sometido a prescripción médica. Por lo tanto, antes de nada será el médico quien valore el caso particular de la persona, así como los beneficios y los riesgos de su consumo.
Es importante seguir las pautas médicas, ya que muchas veces los riesgos superan los beneficios y es entonces cuando se dan casos en los que su consumo está contraindicado.
Por ejemplo, el Adiro no está recomendado a menores de 16 años ni a personas con insuficiencia hepática, cardiaca o renal. Tampoco a personas alérgicas o que padezcan úlcera gástrica o pólipos nasales.
Del mismo modo, si la persona consume previamente otros medicamentos, como el Metrotrexato, antiinflamatorios no esteroides, antidepresivos o antidiabéticos tampoco está recomendado su uso.
Sea cual sea el caso tampoco está indicado consumir este medicamento si se realizan ingestas de alcohol, ya que el riesgo de padecer hemorragias digestivas puede ser muy elevado.
¿Cuáles son los efectos adversos del Adiro?
Como todo medicamento, el consumo de Adiro también puede acarrear efectos adversos para nuestra salud. Sin embargo, es importante diferenciarlos en frecuentes, poco frecuentes y raros.
Los efectos más frecuentes pueden afectar hasta uno de cada diez pacientes, y entre ellos están los mareos, los trastornos gastrointestinales, la erupción cutánea o la rinitis.
Otros efectos menos frecuentes que también se dan entre uno de cada cien pacientes son la anemia, los hematomas, la congestión nasal, la hipersensibilidad o la insuficiencia hepática.
Los efectos secundarios menos probables
Sin embargo, existen otros efectos que rara vez se dan en los pacientes, ya que los pueden llegar a sufrir uno de cada mil pacientes. Entre ellos se encuentra la anemia hemorrágica, el sangrado, la perforación de úlcera, la reacción anafiláctica y la insuficiencia renal.
Es muy importante seguir las pautas médicas para su consumo. Y en el caso de que aparezcan alguno de estos síntomas se debe suspender el tratamiento y consultar con el profesional de la salud.