El 6 de mayo Adele sorprendió al mundo entero con su impactante cambio. La artista, a la que en los últimos años prácticamente no hemos podido ver, subió a su Instagram una fotografía de cuerpo entero en la que se podía observar que ha perdido muchísimo peso.
La instantánea acumula ya casi once millones y medio de 'me gusta' y 240.000 comentarios, ¡una auténtica barbaridad! Es cierto que se rumoreaba sobre su gran cambio, y que ella misma había subido alguna foto anteriormente en la que se podía vislumbrar, pero nunca tan claramente como ahora.
Adele lanzó su primer disco en 2008. Por entonces su imagen era totalmente diferente a la actual. A partir sobre todo de 2012, y siempre por salud, como ella misma ha explicado en diversas ocasiones, comenzó a cambiar su estilo de vida por uno más saludable. Se rumorea que desde entonces ha perdido unos 70 kilos.
Pero la bajada de peso más drástica la ha llevado a cabo durante los últimos meses, cuando ha perdido nada más y nada menos que 40 kilos siguiendo los consejos de una de las médicas preferidas por las 'celebrities'.
La dieta y el ejercicio no son suficiente
Dominique Fradin-Read ha sido la responsable de guiar a la cantante durante este cambio y ha desvelado ahora por fin el secreto. La doctora ha ayudado también a otros famosos a conseguir sus metas, y afirma que la dieta y el ejercicio no son suficiente: lo más esencial es el estado de ánimo y la salud mental.
Fradin-Read ha explicado a 'US Weekly' que para la pérdida de peso exitosa y duradera es esencial conocer al paciente, hacerle pruebas para descubrir cómo funciona su metabolismo y mirar a la persona en conjunto, no solo el peso. Además, reconoce que la mayoría de fracasos en dietas vienen de marcar solamente un objetivo de peso y conseguirlo de cualquier forma, sin tener en cuenta si se podrá mantener a la larga o si la persona está convencida y preparada psicológicamente para ello.
Una vez se conoce a fondo la situación del paciente, se combina una dieta 'mediterránea', con abundancia de frutas y verduras, y una rutina de ejercicios adaptados a sus posibilidades. Siempre con un seguimiento por parte de expertos, y teniendo como meta objetivos realistas. Se evalúa el sueño, el estrés, el ánimo... En definitiva, todos los aspectos que pueden influir en el cambio.
Porque, tal como señala la doctora, no se trata simplemente de un cambio de peso, sino de un cambio radical de modo de vida. Por lo que, aunque será más estricto durante el periodo de pérdida de peso activa, también deberá poderse mantener a lo largo del tiempo.